Ya conocemos los datos del primer libro blanco del ecommerce elaborado por el Instituto Español del Comercio Exterior (Icex). Y uno de los primeros datos que destacamos de este es que la tienda física se mantiene fuerte. Las ventas por Internet en España representaron en 2022 únicamente uno de cada cinco euros facturados por las empresas.
Según los datos publicados por la entidad, las ventas a través del comercio electrónico en España alcanzaron los 380.000 millones de euros. Las grandes empresas, que son responsables de un 55% de los ingresos totales de la economía, acapararon casi el 80% de las ventas online, debido a su elevado grado de trasformación digital. Dentro de las pequeñas y medianas empresas, que representan el 45% restante del volumen de la economía, las medianas recurren más al canal online (un 40%) que las pequeñas (un 30%).
A pesar del porcentaje “relativamente pequeño” que supone el comercio electrónico en la facturación de las empresas españolas, estas se sitúan por encima de la media europea. El porcentaje de empresas que utilizan el canal online en España alcanza un 33,2%, más de diez puntos porcentuales que la media europea, que se sitúa en el 22,8%, y por encima de otros países como Alemania, Italia o Francia, aunque por debajo del norte de Europa.
España se ubica en la quinta posición, por detrás de países del norte del continente como Irlanda (42,5%) o Suecia (38,4%). Adelanta, sin embargo, a otros mercados más similares como Alemania (2%), Portugal (19,6%), Italia (18,3%) o Francia (16,9%).
El último informe del Icex revela que el comercio electrónico ha experimentado un crecimiento sin precedentes en España entre los años 2022 y 2024. Este aumento ha sido impulsado principalmente por los sectores del transporte, la cultura y el ocio, los cuales representan más del 50% de las ventas online de las empresas españolas.
Durante este periodo, el comercio electrónico ha experimentado un crecimiento exponencial, pasando de 9.000 millones de euros a 32.000 millones de euros. Específicamente, el sector del transporte ha mostrado una notable recuperación, alcanzando su peso previo a la pandemia, cuando llegó a registrar una reducción del 50% en su facturación.
El informe resalta la escasa penetración del comercio electrónico en sectores como la moda, calzado y complementos, así como en el de la salud, donde los consumidores aún prefieren la experiencia de compra presencial.
Por otro lado, el mercado interno se posiciona como el principal impulsor del comercio electrónico en España, representando el 84% de las ventas totales realizadas a través de este canal. En contraste, el comercio electrónico hacia países de la Unión Europea representa el 11%, mientras que un 5% se destina a mercados fuera del continente.
A pesar de este crecimiento interno, las exportaciones online se contrajeron un 34% en 2020 debido a los efectos de la pandemia. Sin embargo, se ha observado una recuperación progresiva, con las empresas recuperando hasta el momento 12.000 millones de euros. Esta caída en las exportaciones se atribuye principalmente al descenso en el número de turistas extranjeros, lo que ha impactado negativamente en las reservas hoteleras y la compra de billetes de transporte.
En términos globales, las exportaciones representan un 16% del comercio online en España, cifra que se encuentra por debajo del 21% del total de exportaciones de bienes y servicios de la economía española. Dentro del comercio online, las ventas a través de páginas web y aplicaciones representan el 28% del total, destacando por su alta integración.
Finalmente, el informe destaca los desafíos que enfrenta el sector de bienes de consumo, especialmente en términos de rentabilidad, donde el transporte y la gestión de envíos se posicionan como los principales retos. La variabilidad en los costes aduaneros y de transporte según el país de destino también representa un obstáculo para el ajuste de precios eficiente.
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