Hace pocos meses, cuando se anunció que Macario Llorente perdería la distribución de Shimano en España el 31 de diciembre, ya parecía reazonable que, ante la falta de soluciones alternativas para dar viabilidad a largo plazo a la empresa, la Dirección de Macario Llorente se viera obligada a planificar el cese de la actividad y comenzar un proceso de negociación con sus trabajadores. Y así ha sido.
La distribución de Shimano en España suponía un importante porcentaje de la facturación de Macario Llorente y su pérdida, obviamente, ha sido un duro revés para la empresa. Desde hace meses, la prioridad de la dirección de Macario Llorente ha sido analizar distintas fórmulas que asegurasen la sostenibilidad de la empresa, pero a pocos meses de la finalización de la distribución de Shimano, no se ha encontrado solución.
Teniendo en cuenta la actual situación, el pasado 22 de septiembre se notificó a la plantilla el deseo por parte de la Dirección de iniciar y negociar un Expediente de Regulación de Empleo, siempre con la voluntad firme y sincera de buscar un acuerdo positivo para todas las partes.
Macario Llorente asegura que quiere garantizar un cese de la actividad ordenado y responsable que afecte lo menos posible a las marcas representadas y a sus clientes. La empresa no cerrará por completo el 31 de diciembre, permaneciendo activa en 2021.
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